Hace algo menos de un año, allá por el mes de mayo, escribí un artículo en esta misma publicación en que concluía que el principal problema de nuestro país es de competitividad.

En los últimos 20 años, fruto de una evolución en la que los salarios crecieron muy por encima de la productividad, la economía española perdió capacidad para competir por costes, mientras que, paralelamente, en otros países, especialmente en oriente, la fuerte industrialización ha provocado precisamente lo contrario, un importante incremento de la productividad. Al mismo tiempo, se invirtió muy poco en I+D, gestión del conocimiento e innovación, mientras en los principales países de nuestro entorno ocurría todo lo contrario. (…)

Font: Catalunya Empresarial